ANOCHECER
Como sueños fetales
en los cuencos sin ojos.
En la voz desgarrada
de la lluvia desnuda
y en la danza hierática
para ahorcar las centellas.
Después de arañar soles
y de parir los días
en la noche puntual del universo.
Después de tanta infamia,
de urgencias irredentas,
de vergüenzas impagas.
Degustadores ciegos
amputan sus sabores,
sus relámpagos
tristes,
su cruel melancolía de huérfanos azules.
Ha llegado el crepúsculo
Y es un cuadro de Leonid Afremov.
© Olga Liliana Reinoso
Pintura: Leonid Afremov
¿QUÉ QUEDA ENTRE LAS UÑAS OLGA, DESPUÉS DE ARAÑER EL SOL? HERMOSO TU POEMA
ResponderEliminarHermosa fusión entre la pintura y la palabra, Olga.
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
Mirarse al espejo fue quizás, la poeta así lo quiso.
ResponderEliminarMuy bueno Olga!!
Un cariño grande grande!!