Poema de Natalia Iñiguez
¿Será este mi cuerpo
de adulta
el que encerró a otros
hasta la estría y el dolor?
¿Será este mi cuerpo de adulta
tan distinto del de mi madre
roja, en la nariz sefaradí
y en las pecas?
¿Será este mi cuerpo de adulta
las caderas infinitas
bamboleantes
de mi abuela
decidiendo no parir un solo hijo más?
¿Será este nuestro cuerpo,
abuela,
sufriente y duro
de Amazona desgraciada
de piernas largas
y rodillas despistadas
hacia el calor de nuestra entrepierna?
¿Será este el cuerpo que se quede conmigo
estos dedos clones
de las siempre edípicas manos del padre
el mismo callo creciente
en la pasión obligatoria
de aplastarlo siempre
contra el lápiz y la hoja?
¿Serán estas mis manos
replicadas algún día?
¿Las echarán de menos aquellas otras
que sostuve
primeriza todas las veces?
¿tocarán aquellas manos
mi pelo blanco o gris
y mi mejilla finalmente?
¿Será este mi cuerpo de adulta?
¿Pensaste en la imposibilidad
de cuidar a nadie
nunca jamás
que nadie te cuide
cuando este cuerpo
-¿lo pensaste?-
se repliegue sobre sí mismo
y ya sea en la tierra
ese bicho bolita
que nunca nunca
quisiste aplastar?
© Natalia Iñiguez
2 comentarios:
Texto conmovedor, lleno de imágenes originales y fuertes, que nos abre a preguntas esenciales y a respuestas que quizás desearíamos no escuchar. Un abrazo. Adriana Maggio
Natalia: me parece un poema que interroga de modo muy original y conmueve y...remueve en nuestro interior tantos planteos!
Muy interesante su lectura.
Mi saludo
María julia Druille
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