DULCES DE CHILE
dedicado a Ri
A veces
una piensa
que la vida
es así. Otras
se levanta
por el lado errado de la cama
y pone el pie en el piso
mientras piensa
en su primer amante
o sea, en su desfloración tardía (como quién dice)
y observa que nada sucumbe
en su cabeza
puesto que casi nada
quedó de sus memorias
a más de aquellos amores, dulces,
letárgicos, esquivos,
tardes de Andes y de anzuelos,
zarzas y estelas, noches
de nieves eternas en el cuerpo
Sí, en el de una, hirsuto, entero.
Y el mirar de la luna.
Sin nombrarse
sin que lo toquen
en la noche alta
el vals
la madrugada
el taxi que me conduce
al cielo.
Santiago, 3601 viajes
entre la montaña y la rima:
qué sería de una vida
- la mía, por ejemplo-
si no tuviera
ante mí
y ante tus ojos
un calidoscopio
que aunque borroso desciende
hasta donde
de abajo para arriba
va dibujando
tu esqueleto
tu ánima,
la mía,
y esa esperanza
que se asoma en la esquina
y me sonríe...
Y somos dos
en la puerta de la historia
aun buscando
un futuro que nos dé nombre y en esencia,
ser como todos: los dos,
como esa vez, nosotros.
© Marta Zabaleta
Una historia de amor en bellísima evocación.
ResponderEliminar¡Me encantó, Marta!
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
Muchas gracias, Maria Rosa. eres muy perceptiva. besos.
ResponderEliminarEl amor expresado desde lo mas íntimo de ti.
ResponderEliminarY engrandece el alma y nace una sonrisa cuando se lee. Pícara ella.
Un abrazo
Muchas gracias, Nerina. No solo recuerdos malos nos dejó la dictadura de Pinochet al expulsarme del país, viste? Y estos son los que entibian mi vejez!...Abrazos, Marta
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