I
detrás del cerco de flores,
la mariposa en la pared de cal
y el grito de los teros
(hila
la lumbre, Amor,
y amanece)
Celia
me guió por el jardín,
entre las cañas
(¿hasta cuándo
este ayer?)
había retablos en la mesa
y ese poema que habla de la luz
y las naranjas.
En la puerta, ella abrió el Ubajay.
sentémonos aquí,
dijo,
de orilla a orilla,
que está buena la luz para ver
(alguien levanta un vaso
y resplandece)
© María Teresa Andruetto
Poemas con una sencillez tan luminosa y con tanto espesor en las imágenes que me quedé un rato muy absorta pensando mucho, recuperando cosas perdidas. Gracias!
ResponderEliminarMaría Julia Druille
ResponderEliminarSí. Yo también quiero sentarme con la luz que está buena para ver. Me encantó. Gracias.
Alicia Márquez
Insinuante, original e inspirante, Abrazos, Marta
ResponderEliminarBello poema. Las imágenes se suceden como en una película antigua, que sin embargo está llena de luz. Gracias. Adriana Maggio
ResponderEliminarEsplende poeta! Gracias!
ResponderEliminarTU POEMA MARIA TERESA, COMO UN HECHIZO LUMINOSO
ResponderEliminarQué encanto de poema.
ResponderEliminarAbrazos.
Betty
Comparto la luz y el respirar, también la sencillez de los afectos y las cosas. Bello. Inés Legarreta.
ResponderEliminarTan bien elegida la foto para este poema maravilloso Tere, el encanto, esa fluidez que llena el alma.
ResponderEliminarun beso
Lily Chavez
Qué bello poema!
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela N Barbero
Poema impecable! Felicitaciones.
ResponderEliminarsusana rozas.
notablemente luminosa hasta en la nostalgia. abrazo PAOLANTONIO
ResponderEliminarBellísimo poema Tere! Abrazo!
ResponderEliminarInvita a danzar con el alma.
ResponderEliminarMuy bello!!
besos
Muy buen poema, con excelentes imágenes que nos deja pensando.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano
me gustó mucho!!! gracias por compartirlo, francisco
ResponderEliminarSigo disfrutando y aprendiendo de tus poemas.
ResponderEliminarSaludos
Anahí Duzevich Bezoz