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16/6/15

María Marta Donnet comparte BERTOLT BRECHT


DE LAS “POESÍAS DE NAVIDAD”

                    MARÍA 

La noche de su primer parto había sido 
fría. En los años que siguieron ella 
fue olvidando 
la escarcha de las rústicas vigas y la estufa humeante 
los ahogos con los restos del alumbramiento hacia la madrugada. 
Pero sobre todo olvidó la amarga vergüenza 
de no poder estar sola, 
que es patrimonio de los pobres. 
Y esa fue una de las razones por la que 
en años venideros el hecho sería celebrado con una fiesta 
en la que todos estuvieras presentes. 
Se acallaron los groseros comentarios de los pastores. 
(Más tarde en la historia se convertirían en reyes.) 
El aullido del viento helado 
se transformó en coro de ángeles. 
Sí, y del agujero del techo, por donde entraba la escarcha, 
sólo quedó la estrella que los observaba. 
Todo eso 
lo reflejaba la cara de su hijo, al que sentía liviano, 
que amaba la música, 
que se rodeaba de pobres, 
que tenía la costumbre de vivir entre reyes 
y ver una estrella sobre su cabeza por las noches. 



 BERTOLT BRECHT

6 comentarios:

  1. Excelente elección.
    Hermoso!!!
    Maria Cristina Fervier

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  2. Extraordinario. Un hermoso poema y un planteo profundo e inteligente. Muchas gracias. Adriana Maggio

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  3. Extraordinario. Un hermoso poema y un planteo profundo e inteligente. Muchas gracias. Adriana Maggio

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  4. Bien por - Bertolt - Gran mirada desde sus versos. Un cariño

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  5. Otro controvertido, influyente y grande de las letras del siglo XX.
    “El joven Brecht era un rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Se sentía atraído por lo distinto, lo extravagante, y se empeñaba en vivir al margen de las normas de su tiempo, de su recato y su sentido de disciplina.
    En Brecht se encuentran siempre unidos el fondo y la forma, la estética y los ideales. Hizo gala de anti-sentimentalismo, así como de su condolencia para los pobres y su sufrimiento”.

    Gracias por compartir.

    Sonia Quevedo

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  6. David Sorbille dijo...
    Querida María: elegiste un texto magistral! Un abrazo

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