Griselda Rulfo comparte EDITH VERA
Un instante de la niñez me dice que entonces
por cuidar los manteles
comíamos las uvas en el aire.
Una conversación pedregosa
partía de una punta de la mesa.
La otra punta estaba vacía.
A los lados de la mesa
el silencio.
Al borde de las sillas nos sentábamos
tratando de no herir las esterillas
y no se sacaba siquiera
la punta del pie de los zapatos.
La distracción estaba a cargo
de alguna mosca que se posaba aquí y allá.
No decíamos
lo que guardaba el pequeño pecho
ni siquiera
que el pececito de la pecera
parecía agitarse cuando nos acercábamos
o que una de nosotras
bordó en punto atrás una amapola azul.
EDITH VERA
entrada de Gustavo Tisocco a las
12:35
10 comentarios:
Amo a Edith Vera. Abrazo a Griselda! PAOLANTONIO.
Adoro a Edith Vera tanto como a Glauce, me conmueven las palabras dichas entre puntillas, bordadas de ternura, de nostalgia.
Gracias Griselda por traerla.
Lily Chavez
Bello , muy hermoso...cómo amo a esta poeta y toda su obra...
Gracias por compartirlo Griselda!
Montse Bertrán
Edith, que enorme poeta!!!
Gustavo Borga
Gracias Griselda por la elección! Edith, qué Ser...
una joyita que alivia el espiritu, Grcias, Griselda abrazos, Marta
qué pureza hay en esos versos!!!!!!!!
un encanto
gracias Griselda, un abrazo!
claudia tejeda
Esa palabra pura y plena de Edith, a quien tanto quisimos. Orgullo enorme haberla conocido, escucharla contar cuentos a los niños... y aquel poema que me dedicó cuando esperaba a Delfina... Gracias, abrazos a tod@s!! Fabiana León
Inigualable, Edith.
Bello, bello poema. Un placer haberlo leído.
Abrazo
Alicia Borgogno
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