QUINTA POESIA VERTICAL, 2
Llega un día
en que la mano percibe los límites de la página
y siente que las sombras de las letras que escribe
saltan del papel.
Detrás de esas sombras,
pasa entonces a escribir en los cuerpos repartidos por el
mundo,
en un brazo extendido,
en una copa vacía,
en los restos de algo.
Pero llega otro día
en que la mano siente que todo cuerpo devora
furtiva y precozmente
el oscuro alimento de los signos.
Ha llegado para ella el momento
de escribir en el aire,
de conformarse casi con su gesto.
pero el aire también es insaciable
y sus límites son oblicuamente estrechos.
La mano emprende entonces su último cambio:
pasa humildemente
a escribir sobre ella misma.
ROBERTO JUARROZ
1925-1995
ResponderEliminarGracias Florencia, por compartir a uno de mis poetas admirados.
Toda su poética expresa un "estro" poco frecuente: poder de síntesis, talento para sugerir la luz, no obstante las sombras, preciso en contenido y forma y la palabra exacta para un cierre, que acaso Giotto dibujaría con su perfecta vocal O.
Felicitaciones a Florencia por compartirlo y a Gus por la excelente consigna. Gracias.
Elisa Dejistani
Me encanta la poesía de Juarroz , un abrazo
ResponderEliminarMaria Luisa Márquez