ODA A UN ÁNGEL DE LA TARDE
Yo lo veía volar, igual a un pastor sobre los lisos árboles,
de
tarde,
o al amanecer entre las estrellas, debajo de las grandes
cons-
telaciones del sur,
vuelta la cara hacia oriente y los aladares sueltos como las
nubes.
Aislado volvía por el vacío, rodeando el hambriento cenit,
encima de los lúcidos y dominantes gajos, sin posarse,
barriendo la corriente húmeda y ágil del invierno,
y el río suspenso de unas hojas secas.
Lo miraba brotar de la atmósfera, salir de la obscuridad,
apartado,
sin penumbra, resplandeciente, en el tiempo del cielo.
El día, a sus pies, pasaba igual a una muralla,
cubierta la faz con sus moradas, antiguo y sin conquista,
imperturbable, con los ojos fuera de la primavera.
Y la luz salía de su cabeza, fuerte y centellante, y
emblanque-
cía las calmas
vestiduras,
que el aire de la inmensidad rozaba, lleno y abierto,
entre las nubes y malvones. subía rápido y extendido,
como si enderezara
hacia mariposas o a la alondra del alma
en el espacio.
Y separado espera las golondrinas para bajar a la tierra,
a los relucientes montes, al leve aire de septiembre, sobre
las
aguas y las llanadas
verdes.
¡Sí, azucena hermosa
de la tarde!
RICARDO MOLINARI (Bs.As. ,1898-1996)
ricardo molinari...poesía de orfebreria,cincelada a pura maestría....gracias por recordarlo
ResponderEliminarmaria del mar
ResponderEliminarMagnífica poesía. Grandioso poeta. Bello ese ángel reluciente.
Gracias.
Alicia Márquez
Qué maravilla la palabra de Molinari, sus expresiones que conmueven dulcemente.
ResponderEliminarGracias por este poema
Betty
Gracias por este poeta y este poema pleno de luz y dulzura. Me lo llevo en el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMolinari, gran poeta!! Gracias, Amalia! Un abrazo