Regreso
Vuelvo en busca de ese oro espeso
que se desgranaba en el trigal de la infancia.
Aquel destello dorado
que desvelaba la siesta con acordes de futuro.
Acudo en busca de aquello que fue mío
y que no pude olvidar ni por la fuerza.
La arcilla del juego, curioso alfarero,
que colaba sus alquimias de designio.
Esa curiosidad que destapaba con destreza
la historia, bajo las piedras.
Los ojos niños que divisaban el mar en un charco
y se encaminaban hacia la aventura
con un Rocinante hecho de escoba.
Regreso de tanto camino entrecruzado
rastreando la simpleza
que quedó en la bruma de lo añejo.
Indagando si la ternura de la lluvia
aún conserva mis pertenencias.
© Gabriela Delgado
Gabriela , esa vuelta a la infancia , me llevó a la mía gracias
ResponderEliminarGaby el oro de la infancia aún sigue destellando...solo hay que abrirle la puerta. Un hermosísimo poema ¡Bravo!
ResponderEliminarHermosísimo poema Gabriela, ya desde el comienzo "vuelvo en busca de ese oro espeso" y la mirada de los niños en el charco, el Rocinante hecho de escoba...
ResponderEliminarUna maravilla de poema.
Ignacio
Gabriela: extraigo
ResponderEliminar"Acudo en busca de aquello que fue mío"
"Indagando si la ternura de la lluvia aún conserva mis pertenencias"
y me recuerdo en una tarde de lluvia en mi casa de infancia.
Besos!!!
Tere.
La infancia... ese país al que siempre se vuelve!
ResponderEliminarMuy bello.
Un abrazo
ResponderEliminarte has plantado en ese lugar desde donde nos gusta mirar a todos. Hermoso Gaby. besoss
Lily Chavez
gaby querida....gracias por tu poesia,que es pertenencia enriquecedora!
ResponderEliminarmaria del mar
Bellísimo. Especialmente me gustó la imagen de la arcilla del juego, el juego como un alfarero: somos moldeados por el juego de nuestra infancia, que hace de nosotros lo que somos y aquello a lo que queremos regresar. Conmovedor. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarBellisímo poema ddicado a la infancia.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Un bello poema que remite a la infancia, que no se fue nunca...Amalia M. Abaria
ResponderEliminarCuántos momentos detenidos en el tiempo, cuanta alegría inocente más la bella imagen de los primeros años; disfrute irrepetible y único.
ResponderEliminarBellísimo poema.
Hermoso Gabriela. Tanto tiempo que no te leía. Un abrazo grande. Antonio Pourrere
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