Los jazmines desperezan su perfume
sobre la mesa.
Ellos no saben todo lo que despiertan.
Son inocentes.
Impávidos, llenan el aire
de un recuerdo insoportable.
De un recuerdo que se abre paso
como un siniestro abrecartas oxidado
que, hoja por hoja resucita la memoria.
La memoria,
que hasta que la acuchilló el inocente,
miraba para otro lado.
© Alicia Márquez
Poema, que paso a paso, nos lleva hacia su desesperanza. Felicidades.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Alicia, maravilloso poema sobre una de las maravillas de la naturaleza que más penetra en el ámbito humano. Tal vez por la intensidad de su perfume que se adecua al placer y al dolor y a la insoportable capacidad de despertar la memoria. Pero es reacio a la poesía, salvo en tu poema y en una línea de Borges. Es un gran poema. Un beso
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
Tu imaginación que te transportó a recuerdos inolvidables.De eso se trata genia!! Mi admiración poeta!!
ResponderEliminarMuy bueno, Alicia. Es verdad, los jazmines traen recuerdos involuntarios: su perfume es delicioso, inocente y -a la vez- cáustico. Qué bueno lo del "abrecartas oxidado", cargado de significados. Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarJazmines y su perfume envolvente y mágico. Este poema me puso justo en el centro de mi vida. Una infancia llena de nostalgias y una juventud que avasallaba con su impertinencia. Gracias por este viaje inesperado y maravilloso. Beso Alicora.
ResponderEliminarah!!! ese aroma de tu poema!
ResponderEliminarexquisito
MUy bueno... muy bien direccionado, nos llevas a donde queres que lleguemos.
ResponderEliminarExcelente.
Abrazote.
Cynthia Rascovsky
Amo los jazmines y este poema abre hoja a hoja los recuerdos. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela N. Barbero