A Sapho de Mitilene, la primera poeta lírica y clásica (sVI
a.C.)
Un anillo drapeado como los peplos forma la ronda de las
jóvenes en danzan incesantes.
Cantan durante toda la noche frente a la puerta de la cámara
nupcial para que los recién casados no se duerman. Ya Himeneo ha entrado tres
veces en el aposento. Las doncellas lo hacen sin alegría. Van a extrañar a la
compañera que, tal vez, esté sufriendo fuera del gineceo..
El poema
que cantan es de la maestra que las prepara para la boda, que está atenta al
arte como si fuera lo único existente, a las melodías. Sin embargo, llamaba a
la novia “mi inquietud”. Más que inquieta, enteramente triste, canta, porque
así lo quiere el dios.
No es bella, es pequeña, casi
insignificante, pero su canto incomparable
ha descubierto el misterio del amor, que Eros es “dulce y
amargo al mismo tiempo”
y que es preferible no enamorarse nunca.
Las
lenguas azules del Egeo también cantan en dialecto eólico y, rítmicamente,
avanzan sobre la isla.
La poeta
se traga un manojo de sollozos rotos, y va a cantar hasta que la Aurora salga y
se ruborice al mirar por la ventana. Y el sueño se esparza por los miembros
fatigados. Y la primera noche se haya cumplido.
© Isabel Lloraca Bosco
Imagen enviada por la autora
La magia, la historia, lo mítico y un poema que te sigue, no lo dejás porque seduce, bello juego de situaciones y términos bien usados.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel, un placer leerte
Betty
Hola Isabel:¡cuánto lirismo y a la vez naturalidad en esta recreación de una época donde los cantos sáficos tenían su contrapartida en un matrimonio no deseado! Las palabras: "canta, porque así lo quiere el dios", refiriéndose a Himeneo, nos muestran también el ritual de la palabra y la música unido a la vida. Una maravillosa recreación con imágenes muy logradas, y repito, pareciera por su naturalidad que hubieras estado allí. Gracias, querida Isabel Irene Marks
ResponderEliminarHola Isabel:¡cuánto lirismo y a la vez naturalidad en esta recreación de una época donde los cantos sáficos tenían su contrapartida en un matrimonio no deseado! Las palabras: "canta, porque así lo quiere el dios", refiriéndose a Himeneo, nos muestran también el ritual de la palabra y la música unido a la vida. Una maravillosa recreación con imágenes muy logradas, y repito, pareciera por su naturalidad que hubieras estado allí. Gracias, querida Isabel Irene Marks
ResponderEliminarUn gran poema Isabel,donde se vive un tiempo, culturas y seres mitológicos
ResponderEliminardonde nada era imposible, y esta mágica y desconcertante transfiguración, cae como un regalo de belleza que lleva tu sello secreto de maestría y calidad poética.
Ignacio
Gracias por esta revisita, amiga, de los poetas y rincones amados. Qué original saga estás construyendo.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Tiempo y cultura donde se percibía la magia y el amor eterno éroe de la poesía conforman este creativo poema
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Un texto bellísimo, con imágenes muy hermosas!
ResponderEliminarAbrazo!
Amalia M. Abaria
me gustó mucho, pero mucho!!! gracias por compartirlo, francisco
ResponderEliminarMuy bueno, Isabel. Qué bellas imágenes ("La poeta se traga un manojo de sollozos", por ej.), y esa expresión final de tono bíblico que explicita lo obligatorio y restrictivo, contra la pasión genuina y generosa. Me gustó mucho. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarLa poesía bellamente engarzada en el relato Me capturó Isabel!
ResponderEliminarQUE INTERESANTE RECREACIÓN TU POEMA ISABEL!
ResponderEliminarMuy bello, sin duda.
ResponderEliminarImpecable!!
Abrazo
Querida Isabel, qué gusto leerte y ir hacia ayer, hacia lo mágico de tu mano. Gracias por compartir... hermoso
ResponderEliminarUn mezcla de lo terrenal con lo divino, y la referencia de una época
ResponderEliminary formas de vida de las mujeres.
sigo aprendiendo con tus poemas,
abrazo Isabel.
Anahí Duzevich Bezoz
El mar Egeo ha mojado mis pies con sus olas , las ha traído hasta aquí tu hermoso poema.
ResponderEliminarLa búsqueda del amor , eterna travesía del hombre con sus rosas y espinas , muy bien logrado en tu poema
Hermos
La poeta que se traga un manojo de sollozos rotos... hasta darse cuenta que el amor no tiene por qué doler. Abrazos
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