Poema de María Laura Coppié
Proceso de extrusión
© María Laura Coppié
Es así.
El mundo no se detiene si no estás,
si hacés la ruta que te devuelve a casa.
Apenas se interrumpe el latido, apenas
y vuelve a mecerse como una canción de calesita.
Por eso te cuento mis fantasías de banquina.
Para que me arrastres a tus viajes locos,
explorando algo que siempre está más allá
de las yemas de mis dedos,
untando de sol los pétalos secos,
sacándote primero la camisa
y después la piel
ahora que sos tanto más bello
porque ya no pensás en mí
urdiendo los hilos de la coincidencia,
bordándote con el punto más extravagante,
pausada y quietamente
un tapiz en el alma que lleve mi nombre
y te mantenga al abrigo
hasta la próxima temporada.
© María Laura Coppié
6 comentarios:
"un tapiz en el alma que lleve mi nombre", hermoso. Felicitaciones. Un abrazo.
abrazo, maría laura
TODO MENOS EL OLVIDO!... ME GUSTA ESA FÈRREA ESPERANZA A PESAR DE ESCONDERTE DE LO MÀS AMADO, NUNCA ABANDONAR CUANDO BRILLE LA ESPERANZA! MUY BUENO ESA LUCESITA FINAL! ME GUSTA EL POEMA MUY LINDO LIDIACC.
Tu poema es un diálogo interno-externo muy interesante. Me encantó.
Una charla, un mandato, una expresión de deseo, quizás todo eso quiso decir Laura.
Me encantó. Muchos besos
Hermoso poema, tan femenino, con sus bordados y su abrigo, que se prodigan y simultáneamente se quieren para sí. Me gustó mucho. Un beso grande. Adriana Maggio
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