Mi perro maltés
Vuelto de la escuela,
me hundo en el descanso.
A veces
siento una sed de abrazo.
A veces
cuando la tarea escolar
se alarga en demasía,
repentinamente dibujo.
Yo no sé dibujar
y la figura delineada
es absurda,
un manchón de mis sueños, tal vez.
Mamá,
¿llegaste?
Antes de oír qué hiciste hoy
le digo
estoy cansado
y quisiera abrazar
un cuerpito que ladre.
Si vieras como duele el silencio
cuando vos no estás.
Si hubiera espacio, tal vez
un perrito
que me busque,
me busque
y que su hocico se estire
en el aire
y sepa que soy yo.
Es cierto que no sé nada de perros
pero los huelo,
los pienso
y me gustan.
Entendés,
entendés que no es un capricho.
No quiero
ver
saber
ni seguir con mis ojos
la playstation
el tablero de videojuegos.
Entendés,
entendés que me asfixio.
Añoro siempre
una mascota
un temblor
un animal pequeño.
Si acaso estás ocupada,
puedo esperar.
Dijiste
es posible,
mañana.
Al día siguiente,
la dicha
chiquitita y diáfana
como el cielo de mis sueños.
Un cachorrito
pura carnecita y pelo
balbuceando su ladrido.
© Estela Barrenechea
Estela, lograste un poema enternecedor, "de carnecita¨y pelo y reconociiento. Como la amistad,que nos distingue entre miles. Un beso Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarMe encantó, el amor a las mascotas que llenan los espacios vacíos.
ResponderEliminarUn abrazo
Graciela Noemí Barbero
"Siento una sed de abrazo".....me encantó Estela. Cariños, Dolores Pombo
ResponderEliminarSon tan necesarios y queribles!!
ResponderEliminarNos devuelven la alegría siempre.
Bello poema.
Cariños!!