Páginas

6/3/15

Texto de Gabriela Yocco


Mares

No soy Odiseo. No regreso a Ítaca. Miro la espesura del mar sin esperanzas, sin prisa. En la fábula que yo he creado, alguien me espera en alguna orilla ciertamente lejana. Un fantasma de hielo y ceniza que cambia a mi antojo.
Alrededor de mí recogen sogas, esparcen sebo, cruje la madera. Pero sé que no regreso a isla alguna, que carezco de patria. Que jamás partí de ninguna costa y que nadie hablará de mis hazañas.
Me inclina a veces la decisión del viento. Giro, varea mi vela, acuden sirenas temblorosas sin canto. Conocer los viejos ensalmos es a veces útil cuando arrecian de tal modo las olas.
No soy Odiseo, mas he estado en el Hades y he regresado. Guardo de recuerdo estas marcas de fuego que me acompañarán hasta que el fuego también me devore. Y un sabor a azufre que nunca cede.
Hoy la mirada se licua. Hoy me pesa no regresar ni tener dónde. Pero cada ser lleva el destino escrito en esa implacable telaraña en la palma de las manos. Entonces perfecciono este simulacro, ajusto la túnica que me aplana los pechos y les grito a los marinos.
Hoy la farsa debe ser casi perfecta. Se me juegan en ella todos los naufragios y el azote sin piedad de Poseidón.


© Gabriela Yocco

9 comentarios:

  1. Muy bueno la fantasía mezclada con lo real lo hacen muy bello

    maria elena tolosa

    ResponderEliminar
  2. Qué hermoso! Me gustó mucho. Está lleno de imágenes muy bellas, y de intensa melancolía. Un beso grande. Adriana Maggio

    ResponderEliminar
  3. Excelente poema Gabriela! Me encantó! Un beso, Dolores Pombo

    ResponderEliminar
  4. Muy bonito. muchas imágenes, me gustó !
    Abrazos. Rosa Lía

    ResponderEliminar
  5. Muy buen poema con ese matiz épico y lleno de nostalgia.
    Abrazo
    Graciela Barbero

    ResponderEliminar
  6. Una belleza tu poema Gabriela...!
    Es un canto nostálgico, de una travesía con el viento, acompañada de salmos, de fuego purificador, de naufragios para renacer...

    Un abrazo!
    Montse Bertrán

    ResponderEliminar
  7. Conmovedor poema, Gabriela! Una honda metáfora, para mí, de la vida misma. Cada uno de nosotros sabe del Hades, del regreso, de las marcas de fuego, del valor de crearnos fábulas para ir escribiendo diferencias, posibilidades, aperturas, que finalmente nos tallen, a pesar de los miedos.
    Hasta el propio Odiceo debe haberse dicho infinidad de veces: "No soy Odiceo. No regreso a Ítaca. Miro la espesura del mar sin esperanzas...", antes de llegar a Ítaca.
    Hermoso poema!
    Un abrazo!
    Amalia Zacoutegui

    ResponderEliminar