NADANDO
II
Floto
me dejo llevar
por los sonidos
nada aturde mi piel
nado en la profundidad
no hay musgo ni algas
ni rocas en mis ojos
sigo nadando
contra la marea
ya no lloro
sólo cae agua dulce
de mi cuerpo.
© IVANA SZAC
ResponderEliminarQue bueno encontrarte y leyendo, con tu poesía cayendo como una lluvia que es imposible perderse.
Lily Chavez
muy bueno, pero me dejaste al costado de la alegría...
ResponderEliminargracias , francisco
HERMOSO IVANA!
ResponderEliminarHermoso texto, amiga. Se siente la blandura del agua en el cuerpo a medida que se lee, y la ternura líquida que lame las heridas. Me gusta mucho. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarHola Ivana, me gusta tu poema. El agua es un buen conductor, tal vez de la tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.
Un verdadero trago de agua dulce.
ResponderEliminarSuave, ondulante, acuático poema: un instante de saber sobre el recorrido hecho, sobre las lágrimas que hicieron su camino, sobre los musgos y piedras quitados de los ojos y el maravilloso flotar en el sonido, como un niño en el nido que le ofrece el cuerpo de su madre. Me encantó!
ResponderEliminarAmalia Zacoutegui
muy lindo poema, gracias
ResponderEliminarMuy bello, Ivi!!!!!!!
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