Complicidad
Nos amamos todos
los que tiramos monedas a la fuente.
Ellas se concentran en el centro
(inalcanzables a las manos inquietas
de los desconocidos)
y los deseos descansan sobre el ataúd:
vendré a tirar flores
el próximo domingo
y que no sea amado aquel
que no haya sentido pena
por su deseo.
© Laura Panizo
Muy buenooooooooooooo
ResponderEliminarsaludos!!