Ausencias.
“Si no te conozco en esta vida, hazme notar tu ausencia.”
(Milena Agus).
Cuando la noche se vuelve absurda, es decir,
indescriptiblemente hermosa, es entonces que prendo un cigarrillo y salgo a
caminarla; hasta encontrar el sol.
¿Y si un día descubrimos la soledad? Una sucesión de
ausencias no queridas.
No conocía a la niña muerta atada a un árbol, no supe de sus
ardientes veranos en el monte chaqueño.
La soledad, bien puede ser un par de zapatillas colgadas de
un cable.
© Darío
Paiva
ResponderEliminarEs impresionante el final de este poema sensacionalmente duro.
Un abrazo,
Alicia Márquez
CUANDO LA VIDA NOS LLEVA A LÍMITES IMPENSADAMENTE ABSURDOS, HACIA DÓNDE VAMOS?PERO HACER TODO EL CAMINO, PASO A PASO, CON CADA PISADA, NO EN LO ABSURDO DE LO TRÁGICO. ESAS ZAPATILLAS COLGADAS SUENAN A LO ABSURDO.UN POEMA MUY BUENO // LIDIACC.
ResponderEliminarDuro. Real. Lo que vemos. es registrar la realidad y hacer de ella este poema.
ResponderEliminarCariños!!
Una descripción de la soledad que nos lleva muy lejos, quizás para que no la allemos
ResponderEliminarmaria elena tolosa
es pura poesía muy bien
ResponderEliminarWalter Mondragón