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28/1/15

Poema de Beatriz Minichillo



Orfandad

Mi lenguaje
es el inhóspito llamado
de una especie desconocida
que me acunó entre silencios
y ausencias.
Por eso mi palabra no tiene voz.
Es un largo aullido
que conmueve la sustancia
de un tiempo sin nombres.
Un río que duele y quema,
Una paradoja.
Y yo soy ésa,
la que la urdimbre tejió
entre telarañas,
entre hojas tronchadas
como un suspiro contenido,
una flor apenas entrevista
y domé caminos
y sembré grietas y alborozos
y crecí celeste y dormida imagen
entre caricias de amores insomnes
y me hice luz, tierra, acantilado
y regresé a mi raíz.
Busqué y no hallé
extendí las manos
y encontré lo que no quería.
Y aquí estoy de pie
con todas las preguntas
y soy un río sin límites.
Fuego y candil, codicia y deseo,
Un entonces, un ahora, un mañana.
que espera
y desconoce la respuesta.


© Beatriz Minichillo

4 comentarios:

  1. LA PALABRA...COMO VOZ DE ESPERANZA....
    UN ABRAZO

    MARIA DEL MAR

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  2. Y aqui estoy de pie, con todas las preguntas... No hay palabras para halagar este poema. Gracias.

    jorge pablo moreno.

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  3. Desde la ausencia de la palabra ha podido hablar el yo poético de amores insomnes, de deseo y codicia. Sin palabras, el mayor desamparo. Es extraordinario, amiga
    Un gran beso Isabel Llorca Bosco

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  4. La palabra!! la que nos salva.
    Un abrazo

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