BONSAI
Acarició la copa del bonsái
como se acaricia la cabeza de un niño
o de un anciano.
Le habló del otoño y los secretos del alba.
Y hubiese querido ser bonsái pero
solo redujo sus raíces hasta palpar el exilio
dormir sin ojos, soñar la Nada.
Frente al marco blanco pintó a ciegas la Luz
para despertar a la sombra del Comienzo
y regar el Árbol de la Vida
según
sus
estaciones.
© María Paula Mones Ruiz
Dulcísimas escenas para pintar todo el acontecer vital hasta el sueño y la resurrección, con un profundo contenido
ResponderEliminarmístico "pintar a ciegas la luz para despertar la sombra del Comienzo".
Un poema que transmite una paz infinita. Y esa es la incuestionable belleza que florece en el poema.
Belleza que se yergue en silenciosa Majestad.
Ignacio
Hermoso poema sobre el ciclo de la vida . Y la belleza.
ResponderEliminarAmalia M. Abaria
Junto a Inácio y Amelia lo que tu poema me dice Maria Paula. Transparente y profundo decir. Abrazo de luz. Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarJunto a Ignácio y Amelia lo que tu poema me dice Maria Paula. Transparente y profundo decir. Abrazo de luz. Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarJunto a Ignácio y Amelia lo que tu poema me dice Maria Paula. Transparente y profundo decir. Abrazo de luz. Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarJunto a Ignácio y Amelia lo que tu poema me dice Maria Paula. Transparente y profundo decir. Abrazo de luz. Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarMARAVILLOSO!!!! con mayísculas. enorme abrazo y buen 2015. ana guillot
ResponderEliminar