Historieta
La niña abre el baúl y una mano le echa tierra
en los
ojos.
Ella dice: ¡qué hermoso paisaje!
Ahora mezcla pinturas,
revuelve los vestidos de tías adornadas con juegos
de
palabras.
Se amorata, se luce angelical, gira mangosta,
novia
de esparadrapo,
se mira en los espejos que trabajan sin que nadie
los
mire.
En este último cuadro la niña se pinta y se
despinta, aparece y se borra.
Yo cierro el libro de cuentos infantiles pensando
que mi
lengua es esa niña Sordomuda,
probándose vestidos a la hora en que los demás
duermen.
© Jorge Boccanera
Muy buen poema. Cálido por donde se lo mire. Un abrazo. Gastón Sequeira
ResponderEliminaruna exquisitez, increíble y bello elmanejo de secuencias. susana zazzetti.
ResponderEliminarHermoso poema,con un recorrido mágico en cada verso!
ResponderEliminarCariños.
Alicia Corrado Mélin.
Qué lindo entrar en la ternura y el misterio de este poema, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarBetty
y esos juegos de palabras que aparecen en los vestidos encantan a la sordomuda. Juego necesario, Jorge.HERMOSO
ResponderEliminarisabel LLORCA BOSCO