HAY UN MURO
En el eco del último jadeo de nuestro amor
los girasoles del amanecer se deshacen
lo mismo que luciérnagas amarillas
encandiladas por la hoguera.
Hay un muro donde golpea tu nombre
en todas las pesadillas
que me castigan.
El canto de nuestro propio naufragio
me desviste la piel
en cada uno de mis nacimientos.
© Elena Cabrejas
Elena, un hermoso poema con ese muro "los girasoles del amanecer". Un beso Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarelena, hermoso poema que recorre sensaciones libres, un abrazo de Maria Luisa Márquez
ResponderEliminarGirasoles...estallando, el canto del compartido naufragio en la piel y en esas sensaciones li res de las que habla Maria Luisa Martin en... Bello y buen poema. Cecilia Glanzmann
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ResponderEliminarGRACIAS, EXCELENTES COMO GENEROSOS POETAS, PORQUE ME HACE MUCHO BIEN SENTIRME ACOMPAÑADA POR USTEDES Y POR EL GRAN POETA Y TAMBIÉN GENEROSO GUSTAVO TISOCCO, LES ENVÍO MUCHOS BSSSSSSS.
ELENA CABREJAS
07/01/15, 22:40
Elena: En mi corazón "hay un muro donde golpea tu nombre"; ese muro es la memoria... ¿Y quién golpea? Golpea la belleza de tu Poesía. En la memoria (grabado como se graban los mensajes en los muros de la calle)quedará tu poema... Pero no me sorprendo; allí están otros poemas tuyos y tu bellísimo libro sobre las hnas. Leonie y Caty
ResponderEliminarAbrazo, admirada amiga.