Sin flores del cerezo
¿Sueña con los sueños de Kurosawa cuando
recuerda?:
Ese hombre en el placer de hundirse
-¿en la cuneta?- le pregunto
y Magdalena ríe porque se trata de la nieve.
Si no se da cuenta, si no se apura, si no
junta
-¿barro?-
fuerzas, va a terminar mal.
Ahora me río yo y hace tanto sin
la risa que suena
(ajena). El cuerpo se estira, se aleja.
Nos confundimos él - yo.
¿De quién la parte que se reparte
entre cuneta y nieve?
("Se" insiste, como si, aún sin
acento,
de
lo borrado se tratara). Mientras alguien duda
entre seguir o quedarse
(cuneta-nieve)
por la ventana llegan el sonido de las
cumbias
y el olor del asado: los vecinos, otra
vez.
¿Qué los hace así, alegres? ¿No ven el
fragmento,
el sueño, el cuerpo, la rotura, el
grito?, ¿y por qué
lo verían? Ellos están con su propia
carne,
un asado ya no es cosa de todos los días.
Es en Sueños donde se debate la salida:
golpear
la puerta de al lado, una entrada a la
fiesta.
© Susana Szwarc
- "Ellos están con su propia carne" - lo visible cada día y duele a veces, muchas veces.
ResponderEliminarPoemazo.
Mis respetos.
los Sueños de kurosawa se filtran en el recuerdo evocado dentro del espacio interior, así como se filtra invasora la realidad extraña, prosaica y ajena que se huele y se oye a través de la ventana. mundos opuestos, contrarios, inconciliables. Excelente, querida Susana. Abrazos, Marta Ortiz
ResponderEliminarhermoso el "cuerpo estirado" del poema..
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ResponderEliminarMe gusta mucho lo que dice Marta, también percibo eso ajeno que se huele, como una vez llegada desde el fondo de algo o quizás de algún sueño.
Lily Chavez
¿Qué los hace así, alegres? Pasaporte a la fiesta porque todo se ve! Gracias Susana!
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