LUCIANO
Pequeño,
pequeñito,
hecho de polvo, de indigencia, de miedo.
Salpicado de sed.
Parpadeando latidos vulnerados.
Algo habrá hecho además de ser pobre,
además de aporrearnos la conciencia
con sus patitas flacas,
sus huesos temerosos,
su reino de cartones.
Pequeño,
pequeñito,
hecho de humo, de penuria, de grito.
Remordido de hambre.
Tiritando manteles despoblados.
Algo habrá dicho además de negarse
a enjaular el verano,
a militar en las filas del abismo,
a pudrirse la boca.
Dijeron que no tenía nombre,
pero sí.
Se llamaba Luciano.
Luciano casi luciérnaga,
casi lucecita para que no duelan tanto
la noche y la intemperie.
Luciano casi lucidez,
casi desgarrada lucidez,
y ojos abiertos frente a la muerte,
y pájaros.
Luciano Arruga desapareció el 31 de enero de 2009, a los 16
años, tras ser secuestrado por la policía bonaerense en Lomas del Mirador,
provincia de Buenos Aires. Su desaparición fue una represalia por su negativa a
robar para los oficiales. Un peritaje con perros determinó que el chico estuvo
en la comisaría 8ª de Lomas de Mirador y en uno de los patrulleros de dicha
seccional, que esa noche no cumplió con su recorrido habitual. Sus restos
fueron encontrados el 17 de octubre de 2014 en el cementerio de la Chacarita,
donde Luciano fue sepultado como NN. Supuestamente, habría muerto en un
accidente de tránsito el mismo día de su desaparición, versión de la que
descreen tanto su familia como diversos movimientos sociales y organizaciones
de defensa de los derechos humanos.
© Raquel Fernández
Gracias Raquel, uno de los tantos asesinados en estos años terribles de desapariciones, asesinatos y corrupción. Gracias por el poema.
ResponderEliminarantes habías dicho:" El grito rompió / el tímpano del cielo" así de terrible, raquel, contado con esta ternura entristecida propia de quien conoció tan de cerca la muerte. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarGracias a vos, Gustavo, por tu enorme generosidad. Gracias por ayudarme a difundir mi trabajo. Gracias también a Susana Zazzetti: qué hermoso detalle que recordaras uno de mis poemas, y de mi libro más querido, "Hermano". Tal como decís, Susana, el haber conocido a la muerte tan de cerca me hace, quizás, poder captar en su verdadera y trágica dimensión lo que es perder a un ser amado. Cariños a ambos.
ResponderEliminarUn gran poema, sostenido en una triste e inaceptable realidad.
ResponderEliminarFelicito a la autora
Clelia Bercovich
Muchas gracias, Clelia. Cariños.
ResponderEliminarUn conmovedor grito de dolor y una proclama a favor de la justicia.
ResponderEliminarRaquel, es muy necesario que haya voces como la tuya ante estos hechos que nos lastiman y nos avergüenzan a diario en estos tiempos de corrupción.
Felicitaciones y un beso muy grande
María Rosa León
Me conmovió cada una de las expresiones del poema. Gracias, Raquel, por recordar lo que nadie debe olvidar.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Betty
Muchísimas gracias, María Rosa y Betty, por sus comentarios tan generosos. Cariños!
ResponderEliminarImpecable tu poema Raquel.
ResponderEliminarDestaco tu amor de humanidad, tu sentir, la deferencia de ver mas allá. Hoy pocos lo logran, pocos se comprometen, solo la capacidad de amor y dolor lo permite. Coincido con vos.
Mi cariño y respeto incondicional.
Muchas gracias, Nerina, qué comentario tan bello. Creo que la palabra como generadora de belleza, pero también como instrumento de denuncia y resistencia. Un abrazo.
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