Virutas de pulido tiempo
estorban el cuarto
entre los libros.
Brillantes virutas disponibles
para amansar poemas,
para tejer filosos edredones,
para agujerear la historia
que se ha dado
y animarse a otros posibles
relojes descompuestos.
Virutas y virutas
clavándose en las venas,
amargando la sangre.
Virutas de pulido tiempo
torturan la certeza.
© Graciela Perosio
buena estructura sobre el peso irremediable del tiempo. Felicidades.
ResponderEliminarjorgepablo moreno.
Muy bueno. Me gustó mucho el remate que relaciona el tiempo y la debilidad de la certeza, como un imperativo de la vida humana. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminargrietas, partículas de tiempo vivido que envenenan la sangre, materia que "estorba" la construccióno de cualquier certeza y viene a demoler, a cerrar puertas que inducen a recorrer otras vías, apenas exploradas. No hay certeza incorruptible. Gracias por este poema, Graciela,
ResponderEliminarabrazos, Marta Ortiz