Veneno mágico
Ante el frenesí de tu piel
una libélula tiembla
sobre la cima de tus pezones umbilicales
Desparrama resplandores
del exquisito aroma
de tu sexo embravecido
Tu torrente sanguíneo
se evapora al calor del deseo
y me sumerge dulcemente
en la humedad de tu refugio
© Oscar Perdigón
Eros al 100%, amigo Oski!!!
ResponderEliminarUn sutil y cálido poema... me gustó.
ResponderEliminarcariños.
Cynthia Rascovsky
Perfecta descripción, sin duda.
ResponderEliminarImpecable.
Abrazos