La NIÑA de las NOCHES
La niña de las noches
menea cascabeles,
y agita campanillas.
Dibuja colores clandestinos.
Dispone sonrisas de juguetes.
Disuade realidades
con paz de caramelos.
Con gestos descuidados
devela evanescencias.
Induce mil caricias.
Mil besos dictamina.
No es bueno acostumbrarse...
La niña de las noches...
¡corrompe las rutinas!
(Excepto lo que instiga).
Mejor, ser cauteloso...
¡Fascina cuando abraza
y con mimos hipnotiza!
Instala fantasías
con ojos inocentes...
¿Tres duendes con dos lunas
la esperan en la esquina?
Ya parte, como ayer...
un poco despeinada,
un poco desprolija,
llevando siete manchas,
corriendo,
divertida.
Como hoy, vendrá mañana...
El pelo recogido en firuletes,
florcitas en las medias
y en cada zapatilla.
Extenderá las manos
y ofrecerá mejillas.
Entonces...
caeremos,
como siempre,
a sus pies
(y de rodillas).
¡Que el día pase pronto!
Extraño su mirada,
su voz,
y tantas risas.
Pequeña luz etérea,
tan bella
y tan sonora,
tan suave,
tan sencilla,
tan buena,
tan viva.
Que sea ya la noche...
¡Que vuelva la alegría!
© Nora Coria
La ternura de fiesta.
ResponderEliminarBello poema.
besos
Hola, amiga virtual y autopística. Tu poema es como una mamuska:uno adentro de otro de otro de otro. Cosas terribles dichas al descuido. Excelente.
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