Poema de María Laura Coppié
Lengua de señas
Manos.
Manos.
Toda historia podría resumirse
en cuatro manos.
Manos de uñas cuidadas,
de uñas anchas y planas
como las branquias de un pez dorado.
Sus dedos detienen las cuerdas.
Los míos lo peinan casi sin tocarlo.
Una mano se esconde
-anzuelo voraz-
en la luz que habita entre su piel
y el cuello de la camisa.
Otra se acurruca en el hombro
como si ahí empezara y acabara el mundo.
Manos que arman vientos
y acomodan médanos.
En la mano derecha,
la más lisa,
una cuchara de madera
despierta el invierno de las cebollas.
Llenas de pimienta y nube,
de miradas que se ovillan ahí
entre las palmas
para no quedar en el aire, colgadas.
La izquierda esconde el rubor de las palabras.
Entre dedos temerarios un bretel,
un cierre, nada de dudas
como un colibrí.
Manos que respetan adn y pulso,
que guardan en la trama
tanto beso para siempre más tarde.
Manos.
Manos trepando un ruedo,
amasando secretos,
manos de silencios.
Cuatro manos, mil,
todo el cuerpo en las manos.
Manos centro manos mundo
manos calma manos llave.
Desatan, sostienen,
sazonan la lluvia,
manos de quién
entre la seña simple de la caricia.
Toda historia podría resumirse
en cuatro manos.
La nuestra,
por ejemplo.
© María Laura Coppié
7 comentarios:
Muy buen poema,
Silvia Loustau
Muy bueno, Malala. Me encanta eso de "nada de dudas / como un colibrí", tan expresivo. Me gusta mucho, y tiene un remate conmovedor. Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)
Excelente descrpción de unas manos que viven creando.
Un cariño Malala!
Excelente descrpción de unas manos que viven creando.
Un cariño Malala!
Me encantó tu poema Malala!
manos, manos, manos.... interesante lectura del mundo....
cariños
Este poema me encanta.
Abracito.
Alicia Márquez
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio