EXPLOSION
La explosión del laberinto
el propio espíritu rescatado del eterno circulo
es voraz la sucesión de horas
antes atisbadas desde lejos
como una espectadora frágil.
Primero un rayo electrifico el muro
la pared comenzó a declinar
fueron muchos alaridos emanados
cada ladrillo cayendo en carne viva
como si el disparador se hubiera puesto
en funcionamiento
y los truenos barajaran de nuevo.
Una gran lluvia
volver
ese paradigma abandonado
en el plano fijo de la inacción
profundidad del caminante que sabe
adonde van sus pasos
sentir...
desembarcar en uno mismo...
© Claudia Ainchil
romper los muros para llegar al centro de uno mismo, maravilloso.
ResponderEliminarabrazo
romper los muros para llegar al centro de uno mismo, maravilloso.
ResponderEliminarabrazo
Cuanta profundidad en sus palabras, qué de sensaciones y ese sentir potente de la criatura frágil.
ResponderEliminarHermoso poema.
Sonia Quevedo
llegar es el asunto. Un privilegio!!
ResponderEliminarCariños