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9/9/14

Poema de Mariel Monente


Dame una luna
en tu retórica vana.

Dame un jazmín que se cueza entre acertijos de alambre
que crezca que florezca que nombre la inocencia
y el desparpajo .Que me manche.

Dame una magnolia que desde el comienzo me embriague
y postergue esta muerte caminante.

Dame una página de arena, una rama seca. Un fruto
disecado
atormentado
que enrosque mi lengua como las castañas amargas de ayer.

Dame un temblor que nombre la mañana de abril del 67
cuando vi la escarcha y le hice una pregunta.
Dame.

No debería invocarse lo que fue
un día la risa en el monte o un barrilete ensortijando la brisa.

Porque estoy aquí
nombrando a la inocencia y al verdugo.



© Mariel Monente

16 comentarios:

  1. hermoso, bellísimo poema Mariel!

    norma starke

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  2. me gustó mucho, es bello, intenso, trágico e inocente, lo que lo hace a uno navegar en aguas profundas sin temor.
    gracias por compartirlo, francisco

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  3. Poema indolente y frágil, versatil y ébrio en su ternura. Felicidades.


    jorge pablo moreno.

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  4. Mariel me encantó la fuerza del poema, me gustó decirlo en voz alta, meterme en él, disfrutarlo.

    Lily Chavez

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  5. Me gustó mucho Mariel!!! abrazo, María Chapp

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  6. Estupendo, Mariel, con su suavidad al principio y su final cortante. Logras una "música rara". Un gran beso
    Isabel Llorca Bosco

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  7. Bellísimo poema. "Nombrando a la inocencia y al verdugo". Magnífico final.

    Un abrazo,

    Alicia Márquez

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  8. la inocencia y el verdugo.Estremece, Mariel. Un abrazo.Tona

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  9. Mariel uno de tus mejores poemas, por lo menos, uno que me gusta muchísimo, tine mucho "aire", pero dice mucho y va llevando insensiblemente hasta el remate del final.

    Excelente!!!

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  10. Un gusto encontrar profundidad y potencia. Salud.

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  11. Cuánta fuerza en las palabras, en las imágenes, en los contrastes. Algunos versos parecen acariciar, otros desgarran. El verso final unifica ambas emociones.

    Gracias Mariel, querida poeta, por compartirlo.
    Besos
    Hilda Díaz

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  12. David Sorbille dijo...
    Adhiero a los colegas por la belleza y singularidad de tu poema. Un abrazo

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