Dame una luna
en tu retórica vana.
Dame un jazmín que se cueza entre acertijos de alambre
que crezca que florezca que nombre la inocencia
y el desparpajo .Que me manche.
Dame una magnolia que desde el comienzo me embriague
y postergue esta muerte caminante.
Dame una página de arena, una rama seca. Un fruto
disecado
atormentado
que enrosque mi lengua como las castañas amargas de ayer.
Dame un temblor que nombre la mañana de abril del 67
cuando vi la escarcha y le hice una pregunta.
Dame.
No debería invocarse lo que fue
un día la risa en el monte o un barrilete ensortijando la
brisa.
Porque estoy aquí
nombrando a la inocencia y al verdugo.
© Mariel Monente
Gracias Gus, muy bella imagen!
ResponderEliminarhermoso, bellísimo poema Mariel!
ResponderEliminarnorma starke
me gustó mucho, es bello, intenso, trágico e inocente, lo que lo hace a uno navegar en aguas profundas sin temor.
ResponderEliminargracias por compartirlo, francisco
Poema indolente y frágil, versatil y ébrio en su ternura. Felicidades.
ResponderEliminarjorge pablo moreno.
Mariel me encantó la fuerza del poema, me gustó decirlo en voz alta, meterme en él, disfrutarlo.
ResponderEliminarLily Chavez
Bellísimo poema. Dejo abrazo por aquí.
ResponderEliminarMe gustó mucho Mariel!!! abrazo, María Chapp
ResponderEliminarEstupendo, Mariel, con su suavidad al principio y su final cortante. Logras una "música rara". Un gran beso
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
ResponderEliminarBellísimo poema. "Nombrando a la inocencia y al verdugo". Magnífico final.
Un abrazo,
Alicia Márquez
gracias por los comentarios! abrazo
ResponderEliminarla inocencia y el verdugo.Estremece, Mariel. Un abrazo.Tona
ResponderEliminarMariel uno de tus mejores poemas, por lo menos, uno que me gusta muchísimo, tine mucho "aire", pero dice mucho y va llevando insensiblemente hasta el remate del final.
ResponderEliminarExcelente!!!
Un gusto encontrar profundidad y potencia. Salud.
ResponderEliminarCuánta fuerza en las palabras, en las imágenes, en los contrastes. Algunos versos parecen acariciar, otros desgarran. El verso final unifica ambas emociones.
ResponderEliminarGracias Mariel, querida poeta, por compartirlo.
Besos
Hilda Díaz
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarAdhiero a los colegas por la belleza y singularidad de tu poema. Un abrazo
gracias !
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