A la sombra del tilo
Viene del monte un aroma a casuarina
y lujuria recién lavada
que me
envuelve
Arrojo los dados minerales:
números tallados por la constancia del viento
astillan mi suerte
Ella gotea hacia arriba y cae
desnuda
pero dispuesta
No hay dádivas para este corazón
señor de la mañana
Altagracia en derredor, no tengo más verdad
que un salvaje palmar
y el éxtasis
en puntas de pie
de saber que este amor
se come
con las manos.
© Lucio Madariaga
Qué remate, Lucio, qué remate!!
ResponderEliminarBesosssssss
Qué amor!! Como todos y único!!
ResponderEliminarAbrazos!
ResponderEliminarLucio
"... lujuria recién lavada... " Me encantó !
ResponderEliminarHIJO E TIGRES!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe gusta mucho el inicio, Lucio. Ahora me pregunto:Y si sacás el "que me envuelve?
ResponderEliminarMe parece que no es necesario y por lo tanto distrae.