RUEDA EL PAN...
Los ojos entran en las caras devoradas como una roca
de dolor, la muerte y el consciente, en esta vil pobreza.
Crudos de dolor en invernal frío, la hora de esta verdad,
entre llantos de una crueldad; la voz de los cantores, nos
traspasa el impacto que ahoga, se agigantan sus gargantas
burlando al miedo, el hambre en el torrente de los niños.
Rueda el trabajo, rueda junto al pan, los ojos del niño.
Curtidos entre basuras, entre cartones y diarios.
La indiferencia en la ciudad es una filosa espada.
Niños, están ahora desnudos de la palabra amada.
Las puertas de los bancos son sus moradas,
en el silencio de las noches, y tanta infamia,
como una sacrílega locura natural, perfecta.
Allí, donde nacen y mueren como maquetas humanas
traspaso el impacto del veneno acorralado en mi sangre.
Mi rebelión se escucha con un concierto de la esperanza.
© Lidia Cristina Carrizo
no. no. abrazo. susana zazzetti.
ResponderEliminarNecesaria y justa rebelión en tu voz.
ResponderEliminarquerida lidia..alli donde el poema se rebela...se revela la gracia!!
ResponderEliminarabrazo
maria del mar
Lidia!!!! Me encantó la imagen de que todo rueda, todo se me hizo tan gráfico, impresionante. Felicitaciones. Besote. Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarIntenso poema que descubre matices del dolor. Gracias por compartir
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