Elegía
infinita
A Jorge
Luis Estrella
Pasan
las horas, los días y los meses,
y la
noticia me sigue golpeando
desde el
momento en que me enteré
que el
entrañable Jorge subió a su nube
y enfiló
hacia la estrella que lleva su nombre.
Recuerdo
que lo conocí hace más de una década
en un
bar cercano al Parque Centenario,
después
nos fuimos encontrando
en
innumerables tertulias literarias
y nos
convertimos en amigos inseparables.
Él me
decía que era agnóstico
y yo
siempre lo consideré un ser angélico
porque
sólo había que observarlo
para
percibir las alas.
Jorge
tenía una sensibilidad extraordinaria
y
siempre buscaba el entendimiento,
la
reflexión, el puente que tenía que prevalecer
entre
los seres humanos.
Sus
enseñanzas, su talento, su bondad infinita
eran
algunas de sus facetas más valiosas,
y al
cabo, todos tenemos una parte de él,
una
señal que nos distingue
porque
fuimos la prolongación de su familia.
Y no hay
un día que falte en mi pensamiento,
es como
si su duende genial y noble,
estuviera
acompañando mis desvelos
con un
sentido juguetón de la vida,
ese
recurso que también respiraban sus poemas
inspirados
en la melancolía de su temperamento
que
tanto sufría por el dolor ajeno.
Yo lo
veía como a ese hermano que soñamos tener:
humilde,
sabio, portador de una ternura
celestial
inigualable.
Por eso,
Jorge forma parte de mi vida,
lo
presiento en cada momento
para
compartir una carcajada
lejos de
su habitual tristeza.
Es que
para los que lo apreciamos sinceramente
su
fragilidad nos hacía rodearlo
para
protegerlo de todo,
hasta de
los que lo ninguneaban
en sus
recintos elitistas
porque
no entendían la profundidad de su lirismo.
Y así
pasan las horas, los días y los meses
escalando
cada peldaño
de esta
escalera que alguna vez
me llevará
a conocer su estrella.
Mientras
tanto, te ruego Jorge:
amigo
querido,
que me
sigas alumbrando
con esa
luz que conmovió a mi espíritu
desde el
mismo día en que te conocí.
© David
Sorbille
ResponderEliminarAcompaño con estas líneas y mi abrazo virtual, querido David, tus versos que homenajean a nuestro amigo Jorge Luis.
Rolando
*
Conmovedor y hondo poema David! Me gusto muchísimo! Un abrazo, Dolores Pombo
ResponderEliminarDavid, acabas de describir exactamente
ResponderEliminarcomo nos sentimos los que tuvimos la fortuna de recibir su amistad, como un regalo inapreciable de la vida.
Gracias
Ignacioi
Gracias David por hacerme encontrar este poema!!!
ResponderEliminarSubrayo cada línea, cada idea que volcaste por Nuestro Jorge Estrella. Estrella entrañable!!!
Para Jorge seguiré siendo
"La malvada" y haría su fina carcajada.
Abrazo!
Tere Vaccaro.
Gustavo: Muy bella imagen.!! Tere Vaccaro.
ResponderEliminarDavid, agradezco tanto este poema, no tuve la suerte de conocerlo personalmente pero me nutrí con sus palabras, también lo sentí angélico y lo sigo sintiendo, cuando en "Luna de pájaros", de Lily Chávez, comienzan con las palabras que el Maestro dejó para ese lugar querido por él siento que su estela nos rodea a muchos.
ResponderEliminarVa un tierno abrazo
Betty
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerido Gustavo, queridos todos! con mis versos he tratato de testimoniar lo que el inolvidable Jorge, representa para cada uno de nosotros. Un gran abrazo
ResponderEliminar¡Gracias por el recuerdo, David!
Un abrazo.
Alicia Márquez
Haber conocido a Jorge, es un privilegio que agradezco con el alma. Era un ser lleno de luz y como tal estará allá arriba iluminándonos. Bellísimo homenaje David. Besos ce Alicora.
ResponderEliminarTu sentimiento y palabras los hago míos, David.
ResponderEliminarBesosss
muy conmovedor...gracias por traernos su recuerdo en tan bellas letras...
ResponderEliminarDesde su nube y con la sonrisa plena, recibirá por siempre sus letras. Sentido y bello homenaje.
ResponderEliminarGracias por compartir este hermoso poema.
todos lo extrañamos David, un homenaje luminoso el tuyo.
ResponderEliminarabrazo
claudia
Hermoso homenaje a un ser muy especial!! Abrazo, María Chapp
ResponderEliminarDavid. Qué homenaje tan bello en tu poema a ese amigo que has sentido y sientes hermano. Viste en él a un ser angélico, lo sientes como a un duende iluminando tus días. Tu riqueza interior se reúne con la de él, en distintos planos. Abrazo de luz, David! Cecilia Glanzmann
ResponderEliminarGracias por decir lo que sentimos todos los que conocimos a Jorge Luis Estrella, que llevó la poesía a la vida y la vida a la poesía, y nos regaló su humor y su profundidad. Un abrazo grande. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarun hermoso canto de amistad!!!!!abrazo y felicitaciones david!!!una buena ofrenda para quien nos regalo su amistad a manos llenas y a pura alegria
ResponderEliminarmaria del mar