Una de sus máscaras
Me lame,
me talla,
me pule,
me reclama para sí,
se reserva mi nombre.
- En el borde calmo de la noche,
extasiado, saboreo la lluvia.-
Su caricia helada
me postra de rodillas;
la venero,
¡no reclamo piedad!…
Soy yo esta piedra,
desde el origen ofreciéndole resistencia.
Pero,… estoy cansado,
mis pies delineando el abismo…
y
Ella,
no es más que una de sus máscaras,
la encargada de
ejecutar la tarea.
© Darío Paiva
Me gustó Dario y la ilustración que acompaña es fantástica. Un imán.
ResponderEliminarLily Chavez
Me lame, me talla, me pule. . .
ResponderEliminarbella imagen de la lluvia.
Cuánta sabiduría! Poeta. gracias por compartir. Vic
Bellas imágenes, Darío, para hablar de lo explícito y lo secreto. Tu texto se abre como un abanico a diferentes y ricas interpretaciones. Un beso. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarWow, muy bueno. Me gustó más que mucho.
ResponderEliminarContundente.
cariños
Cynthia Rascovsky
IMAGENES QE REALZAN AL POEMA Y LO PREDISPONE, UN SALUDO DE MARÍA LUISA MARQUEZ (de Campana)
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