NUESTRO VERDADERO ROSTRO
¿Y si el día acariciara
como brisa?
¿Y si la dilatada llovizna
–al repique asmático del silencio–
masticara por esa única vez
todo el cuerpo?
¿Vendrán
bosques alucinados
a intentar un nuevo reconocimiento?
Y si así fuera
¿tendremos el aliento
de transitar libres
la calle de la cercanía y del duelo
para asirnos a los barrotes
de la jaula de lo racional
y en un grito
encontrarnos
con nuestro verdadero rostro?
© José María Pallaoro
toda la vida en tus preguntas.finura en el estilo. susana zazzetti.
ResponderEliminarHondos interrogantes en un gran poema, siempre un gusto leerte
ResponderEliminarBetty
Tal vez el límite de la poesía sea la pregunta, el universal y desgarrador interrogante de intentr entender qué nos pasa. Me gustó.
ResponderEliminarClaudio Simiz
Un poema para la reflexión, amigo.
ResponderEliminarBesossssssss
Para - pensar -
ResponderEliminarque no es poco.
Gracias!!
Hace falta que pensemos.
así en subjuntivo, la vida,
ResponderEliminargracias