CUERPO
Recién me descubro:
guijarro, desolación, campana;
más que lastre, mucho más que cinamomo;
Insondable noche que enciende velas.
Derivan los recuerdos,
al arribo del día.
Nómbrame, atravesaré el silencio.
© David Rosales Aragón
Impresionante, poema breve pero extenso en su gemido.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
Estupendo poema de una noche, tal vez anímica que, como un proyectil se carga hacia ese final domde termina y empieza el silencio, el posterior a la lectura. Saludos
ResponderEliminarIsabel Llorca Bosco
me suena el poema como una provocación con ese final estupendo.
ResponderEliminarme gustó muchísimo.
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Una belleza en sugerencias, imágenes y final.
ResponderEliminarAbrazos
Betty
Belleza.
ResponderEliminarUn abrazo