MABEL
Mi prima Mabel vino a este mundo
como cualquier hijo de vecino
amó fue amada tuvo hijos
tuvimos en común el aroma a menta
de la siesta a la sombra de los álamos
y el sol del verano bañándose en el río
en una chacra llena de primos y cerezas
con ese paisaje ella
pintaba los cuadros más hermosos
mezclando los manzanos florecidos
de su infancia (que era la mía)
con un cielo de un color
que no cabría en ninguna bandera
porque en sus cuadros
no existía la muerte
tampoco
que llegó dolorosamente tan temprano
“haz lo que te plazca y paga por ello”
-decía mi prima Mabel y a mí me gustaba esa frase
que por lo visto a veces no tiene su eficacia
porque ella no merecía irse
cuando había tanto tiempo para amarla
yo no creo en el cielo y su justicia divina
que venden las iglesias de turno
creo en los pájaros de los manzanos florecidos
que pintaba mi prima Mabel
esos que siempre volarán en el cielo de mi infancia
© Daniel Martínez
Dniel el cielo propio el vivido los olores, colores, familia amigos es el cielo que siempre sembraron y siempre estaràs en èl! tener un propio cielo no es de cualquiera! te abrazo bello poema y nada por decir de Madam Lamort!.. CUANDO NO SE LA HA PODIDO DISTRAER! LIDIACC.
ResponderEliminartodo tu sentimiento en la mabel, en las manzanas, en los colores.ellos sobreviven en vos. creéme. un abrazo. susana zazzetti.
ResponderEliminarNostálgico y bello tu poema Daniel!
ResponderEliminarSimplemente hermoso Daniel!
ResponderEliminarTambién creo en los pájaros de los manzanos florecidos... en nuestro cielo aquí en la tierra,
Abrazo
Montse Bertrán