Poetas
La carne se hizo palabra
y habitó nuestras manos.
La palabra se hizo pétalo
y habitó nuestras rosas.
La rosa se hizo perfume
y habitó nuestras espinas.
La espina se hizo poema
y cosió nuestras heridas.
El poema se hizo carne,
rosa, espina,
y habitó entre los otros.
© Adriana Maggio
así es, adriana, tan real como tu bellísimo poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarAgudo y beññp omdagar sobre la creación con signo afirmativo. El poema, completo como la flor, pétalos y espinas, sin marchitarse, lleva a los otros su fragancia.
ResponderEliminarÉs, sin duda, el evangelio de los poetas. Un abrazo Isabel Llorca Bosco
El poema como materia encarnada, con su bagaje de pétalos y espinas se abre al lector...creación y entrega, hermoso!!! un abrazo, María Chapp
ResponderEliminarGuaau...!! qué frase-La carne se hizo palabra/y habitó nuestras manos
ResponderEliminarme gustó mucho tu texto te mando un cariño grande
Oscar Perdigón