GRITO DE LUZ
En esta dimensión superlativa
multiplicada en la memoria del abrazo
resurge el grito original.
Y va surcando la primitiva luz.
Todo es posible.
La humanidad emerge de los grises
en ese instante eterno
cuando la sangre inmaterial
no retrocede
y en un ruego carnal
se desintegra.
Es la fiebre indomable
reafirmando la esencia.
Nunca se extingue el fuego
y en una paz violenta
nos calcina.
© Olga Liliana Reinoso
GRITO DE LUZ, fuego del cuerpo, de los cuerpos que insisten en vivir su deseo. Rubén Vedovaldi
ResponderEliminar" cuando la sangre inmaterial
ResponderEliminarno retrocede..." Muy bueno. abrazos. Gastón Sequeira.
Hermoso poema, amiga, lleno de un optimismo filosófico.
ResponderEliminarHola Olga: en este poema el impulso de vida, el eros, apoya con firmeza y fuerza sus raíces en el "grito original", con fuerza primigenia, "fiebre indomable reafirmando la esencia".La unión de los cuerpos, con todo su gozo y "fuego" es raz{on de vida de la especie, y así lo reconocés con palabras exactas:"la humanidad emerge de los grises en ese instante eterno".Un grandísimo poema Irene Marks
ResponderEliminarMe encantó.
ResponderEliminarUn cariño grande!