Sólo queda
No, no es posible,
no encuentro el lugar,
el libro de notas
o la agenda de hojas
sepia que me regalaste.
Pasa, que no es
posible seguir la historia aquella,
hago ejercicios de amnesia para olvidar mi efímera agua,
en el punto de la tierra donde pueda brotar un manantial
que me permita
quedarme,
sembrar un
apamate donde aniden azulejos y
canarios,
donde el canto de todas
las aves despertarme puedan
al alba luminosa.
No, no es posible, sólo queda, en medio del erial,
el destello salobre
de una mirada, sin gestos en el rostro.
© Migdalia B. Mansilla R.
hay ocasiones en que no vemos nuestro lugar dentro de una historia amiga,y la historia sigue sin nosotros...Para esos momentos se impone nuestra lucidez total...Porque la historia sigue,a pesar de nosotros. Una señal que nos indica otro lugar en otra historia
ResponderEliminarSolo una mirada.
ResponderEliminarQue no es poco se advierte. Inolvidable. Se instaló muy adentro.
Abrazo
Gracias Gus, por el espacio. Gracias María Alicia y Nerina, por sus comentarios que bien llegan.
ResponderEliminarAbrazos.
Mig
Queda algo más que un rostro, queda la historia. Gran poema.
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