Tengo un pez
que navega mis torrentes
un pez blanco bien
blanco
se alimenta
de mi
mala sangre
la convierte
en
orquídeas salvajes.
Por la noche
abandona
mi cuerpo
cubierto de escamas en plata
llega al río
que
marrón lo aguarda
y
navega otras aguas
aumenta de tamaño
suelta aire y suelta y suelta
el aire
que con sórdida esencia
se
detuvo (intrépido)
por
debajo de mi piel
sin
aviso sin malicia sin sentido.
Regresa
apenas
mis pestañas
aletean
al
borde del amanecer
y
otra vez
mi pez blanco bien
blanco
navega
por mis torrentes.
Me navega.
© Cecilia Ortiz
Gracias Gustavo! Abrazo!!
ResponderEliminarCecilia Ortiz
Encantada, Cecilia, de leerte aquí. Me parecía escuchar tu voz en esas sutiles repeticiones (suelta, suelta, suelta". Tus entradas y salidaa en la página, espacio en esta navegación que nos une. Hermoso el aleteo de los párpados que también nos llevan a este pez puro y purificador, que navega viajero con tu alegría por tu sangre de poeta.Un beso grande. Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarHermoso y lírico poema, ceci
ResponderEliminarPrecioso poema Cecilia. Abrazo, Dolores Pombo
ResponderEliminarGracias Dolores, Isabel y Beatriz. Abrazo para cada una!
ResponderEliminarun