marina
si aceptas
seré el dique seco que tu alma necesita.
en mi vaso cabe el océano
azabache los pájaros que pueblan
tu bahía. la
flama arde aún
allí evaporaré tus lágrimas.
y una vez que tu cuerpo
vuelva a levantarse de mis manos
nos haremos al mar soldados al futuro
con cetáceos en la lengua.
entonces alcanzarás
con tu nave el fondeadero de mi pecho.
© Carlos Enrique Cartolano
Sobervio poema. Enhorabuena.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
Bellísimo, sutil.
ResponderEliminarcariños.
Cynthia Rascovsky