Una rosa
para salvarnos
Llorar
hacia adentro
hacia las
cavidades
sin que
nadie lo note.
Llorar en
silencio
sin
palabras ni gestos
Dejar atrás
espantos,
falsos
remordimientos
en un
tiempo sin espacio,
sin luz,
sin salida
Esmerarse
en dibujar
una sonrisa
que no existe.
Llorar
lenta, profundamente,
nuestro ser
amputado,
vivo,
dolorosamente vivo
y alerta,
siempre alerta.
No sea cosa
que la muerte nos gane
en algún
recodo
Eso sí que
no.
Seguir
nuestros pasos
mientras
respiramos
y aún la
vida
pueda
ofrecernos
una rosa
para salvarnos.
© Beatriz
Minichillo
Si Beatriz ¡ojalá! un poema profundo me gustó!
ResponderEliminarBeatríz
ResponderEliminar¡Qué ganas de estar cerca de vos y abrazarte para que ese abrazo sea el de todo el que te rodea!
Qué sentido y qué esperanza centrada en esa rosa salvadora!
Susana Giraudo
Gracias Milagros y Gracias Susana especialmente por ese abrazo que correspondo
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