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5/7/14

Poema de Leonor Mauvecin



LOS ÚLTIMOS COMEDIANTES 

Aquí estamos 
Entre todos los últimos comediantes.
Entre los socavones del amanecer.
Entre los manifestantes con banderines de plomo.
Entre las innumerables mentiras.
Entre los ingenuos culpables  y los malvados.
Entre los que emigran dejándonos una cicatriz de aborto.
Entre los sórdidos mendigos con sus mendrugos agusanados.
Entre los locos 
Entre los insaciables que consumen la última hamburguesa
y juegan al polo con caballos de palo y escopetas.
Entre los que devoran bibliotecas con la única finalidad de sí mismos.                                                                  
Entre los que miden el último gen del genoma humano
para saber que somos sólo el doble que una lombriz
y menos que un insecto.
Entre los que buscan el primer contacto con el mono
en el mítico eslabón de la historia.
Entre los que deambulan con los pelos rojos
y el rock and roll en sus orgasmos.
Entre los que gritan con Charly
sueñan con Fito o comen langostas aladas
en los recitales nocturnos de los Redondos .
Entre los que miden el compás de un tango abovedado
Y huelen la nostalgia de una calle desierta.
Entre los que no saben volar o no pueden
y usan polvo blanco o jeringas  para vivir una vida prestada.
Entre los que ven la muerte. 
Entre los que ven la muerte en pantalla chica 
y se creen a salvo.
Entre los que viven la vida como una película del Far west 
hartos de pochoclo y coca cola y se pegan a la imagen
dejando sus máscaras en las ondas del aire.
Entre los que hablan y leen un lenguaje universal
y buscan la metáfora.
Entre los que hacen dedo en las autopistas
y pagan el módico peaje de la intemperie.

Entre los que aman.
Entre los que venden un cielo de cartón 
Con un rey de bastos dispuesto a golpearnos en las dos mejillas.
Entre los que caminan kilómetros para escuchar
al famélico maestro con su magro librito bajo el brazo.
Entre los que descubrieron la ternura.
Entre los que descubrieron la ternura
y golpean las puertas.
Entre los que golpean las puertas buscando la salida
hasta que la sangre florezca en las manos .

© Leonor Mauvecin
                                                                                 
                                                                                                                                                         
                                                                                                                                                                                                                                                 

6 comentarios:



  1. Tremendo y contundente poema, Leonor.

    Un abrazo,

    Alicia Márquez

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  2. EL ESCENARIO DE LA VIDA EN UNA ESPLENDENTE MANERA DE VERSAR!
    UN ABANICO DE MIRADAS, ROSTROS EN LA NEBLINOSA VIDA COMETIDA...
    "HASTA QUE LA SANGRE
    FLOREZCA EN LAS MANOS".
    HERMOSO MIENTRAS LA VIDA SE GUARDE EN EL POEMA!
    LIDIACC.

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  3. Me encantó Leo, muy contundente, con fuerza, mucha fuerza.

    Lily Chavez

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  4. fascinado!!! me encantó!!! sos de los míos!!! BELLÍSIMOOOOOOOO!!!
    gracias amiga por tanto!!!
    un beso enorme, francisco

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  5. Leonor, tengo un defecto. Verás, por lo general los poemas largos me desencantan. Alguien comentó con respecto a las novelas que no se puede mantener la excelencia literaria después de determinada cantidad de páginas. Eso prejuzgo sobre las poesías largas... y está mal. Tu poema no sólo mantiene la excelencia, sino que sube la apuesta y con su yuxtaposicion de metáforas, causas un efecto parecido al del impresionismo pictórico, pequeñas pinceladas que definen un todo. ¿Hace falta decir que me gustó?

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