JOSÉ MARÍA
Mi abuelo perdió una pierna. Luego, la otra. En honor a él llevo su nombre. En honor a él camino por este pueblo que lo cobijó como si fuese el suyo. Algunos piensan que soy sus piernas; otros, imaginan una silla de ruedas en el rincón más oscuro de mi habitación.
© José María Pallaoro
¡Genial!
ResponderEliminarAbrazo
Alicia Perrig
Esa tristeza que se transforma en belleza en tu poesía, Ali! abrazo! Fabiana León
ResponderEliminarQué bello!! abrazo! Fabiana León
ResponderEliminarQué bello!! abrazo! Fabiana León
ResponderEliminarGracias, Alicia, gracias, Fabiana, un beso grande!
ResponderEliminarjm
me conmovió. (tu poe´sía siempre lo hace) PAOLANTONIO
ResponderEliminarQué buen poema. Conmovedor, íntimo y doloroso.
ResponderEliminarSusana Giraudo