Entre la noche y el sonido de
las cosas
A “La verdad se mueve”
de Javier Adúriz (2008)
Entre la noche y el sonido de
las cosas
las palabras se reúnen
bajo el techo de una bruma
imaginaria
que nos arroja un anzuelo para
discutir
el absurdo de los egos
indolentes
el mar de la esperanza
el pulso de las horas
los pedazos de la patria
los últimos jazmines de la
casa ausente
la balada del amor detrás de
los árboles
el abismo de la materia
el pan de la mañana
la sorpresa
de un grito más tierno
para llenar el vacío
esa forma de heredar los
simples gestos
agradecer al tiempo una
amistad que crece
y un poeta que encarna a todos
los poetas
porque de alguna manera somos
una verdad que se mueve
A Roxana Palacios
© David Antonio Sorbille
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMuchas gracias, querido Gustavo, por publicar este poema al que guardo un especial cariño porque simboliza la gran amistad de Javier Adúriz con Roxana Palacios, y a través de ellos, con todos los poetas. Un abrazo
Yo agradezco a los dos esta publicación. La imagen es preciosa y adecuada. El poema, David, lo leí lentamente, cada línea me llevaba a otra con una claridad que no me impedía hallar el hondo sentir del texto, por tramos me identificaba y hasta pensé que me hubiera gustado escribir un poema así, gracias por compartirlo, va un gran abrazo.
ResponderEliminarBetty Badaui
Sí, de alguna manera, podemos llegar a ser alguna verdad en movimiento...
ResponderEliminarExcelente poema David!!! Gracias por tus palabras dedicadas: como el pan de la mañana, y el poeta que encarna a todos los petas. Abrazo grande y felicidades!
ResponderEliminarCecilia Ortiz
Que manera elegante de nombrar las simples cosas que hacen posible el vivir, jazmines, sorpresas, esperanza, y ese final "porque de alguna manera somos una verdad que se mueve"
ResponderEliminarExcelente David
Ignacio
David:
ResponderEliminarAlgo semejante a una espiral se ha dado al leer el poema; se van las palabras una tras otra, igual qué, al engarzar los momentos vividos siguiendo “el pulso de las horas”.
Es hermoso.
Sonia
ResponderEliminarExacto poema, David.
Tan simple como el vivir cotidiano. Tan complicado, también, como lo mismo.
Gran poeta Javier.
Un abrazo,
Alicia Márquez
David: Qué hermoso poema, qué detalles de cosas y palabras que nos reúnen, que hacen los momentos bellos, esas verdades... Gracias. Besos. Sonia Del Papa Ferraro
ResponderEliminarDavid: Gracias por compartir!!
ResponderEliminarPlacer leer este poema!!
Besos.
Tere Vaccaro.
Como siempre David... regalándonos tan bellos poemas, uniendo y enlazando nombres y sentires.
ResponderEliminarbravo.!!!
Cynthia Rascovsky
qué raro pensar el amor de la amistad con el sensei como algo que pueda simbolizarse en un poema, y a la vez qué cotidianos los versos de nuestros textos: el pulso de las horas perdidas, el gesto de la herencia, la verdad, que se mueve una y otra vez; gracias por tus dedicatorias y por tu dedicación, David, totalmente inmerecida por mi parte, muy acertada en lo que a Javier se refiere. La verdad sigue en movimiento.
ResponderEliminar"...somos una verdad que se mueve"... Qué bello poema, David! gracias por compartirlo! abrazo! Fabiana León.
ResponderEliminarDavid, hermoso poema con unas metáforas extraordinarias. Mirá, algunas veces uno no se atreve a escribir un comentario, porque todo lo que uno diga de seguro no estará a la altura de la poesía... sólo un consejo: LEER Y DISFRUTAR.
ResponderEliminarDavid Sorbille dijo...
ResponderEliminarQueridos Amigos: Me siento honrado por vuestros comentarios, y como diría Javier Adúriz: "ésto es así". Un abrazo a todos!
"Las palabras se reúnen bajo el techo de una bruma imaginaria". Un poema pleno de imágenes que van transitando lentamente hasta ese final "somos una verdad que se mueve". Muy buena construcción de clima y lenguaje
ResponderEliminarUN PLACER LEER ESTE POEMA. TODOS TENDREMOS UNA VISIÓN, COLOR, DOLOR, AMOR, DIVERSAS METÁFORAS E IMÁGENES, PERO LO QUE MÁS DESTACABLE EN ESTE POEMA QUE UNE: UN COMÚN DONOMINADOR A TODO POEMA QUE :"ES COMO EL PAN"
ResponderEliminarSU "VERDAD". BELLO LIDIACC.