La adolescencia sigue siendo en nuestra época
un género literario efímero
pero la palabra salva ciertas distancias…
La palabra ve la muerte que aún no existe,
sufre esa muerte,
es esa muerte.
Y siente la vida,
es esa vida,
se desgrana
y se reconstruye.
La palabra me ahonda en el vacío
y me abre al mundo,
me conecta con el mundo;
la palabra,
a veces,
es el mundo.
La palabra nace,
hay palabras que son capaces de sondear nuestro universo prelingüístico,
y porque lo sé
yo recuerdo
no pocas historias con un eco…
Palabras que salvan vidas,
que construyen puentes,
que anuncian y llevan muerte como moneda de cambio…
palabras que no nombramos,
palabras que no hemos olvidado porque no conocemos,
palabras, palabras que nos componen
que nos visten, que nos arropan, que nos enseñan a hablar,
palabras que callo,
palabras que son sentencia,
que son la última palabra,
palabras que son después de muerto y
muerto es una palabra.
Construimos el olvido…
palabra a palabra
Construimos grandes catedrales…
palabra a palabra
Encendemos el fuego
sofocamos el alma
para esa vaga carencia que se queda y no se va
hasta hacer latir el corazón
como una hebra de árbol al viento…
La palabra es esperanza…
la última sonrisa que calla un muerto.
© Alberto De Jesús Goicouria
"Palabras que no nombramos . . .
ResponderEliminarsofocamos el alma . . .
construimos el olvido . . ."
"Palabras que salvan ciertas distancias . . . "
BELLO.
Felicitaciones poeta.