Vuelo
Amanezco. Mis pies
dan vuelta la esquina del tiempo
como obsequio de un misterioso conjuro/ mi alma inquieta no me asume/ no
entiendo que perfila mi destino/ todo tu olor se apodera de mi estancia/ no
puedo quitarte y tampoco te sales/ el ayer/ un abanico que sigue atrayendo
fantasmas/ recuerdos que no quieren ser olvidos/ pasos silenciosos de zaguanes/
pisos de maderas crujientes/ mitos que saltaban el muro/ soledades que dejaron
pequeños agujeros con marcas de candil/ los que aman se alejan/ son el fruto de
una jauría en crecimiento/ me pongo ilegible, dicen/ no entienden lo que
escribo/ ¿será que nunca me conocieron?/ mi padre marco un oriente y un
occidente/ mi madre me colocó un antifaz que llevé por siglos como escudo o
pertenencia/al fin me sustraje la careta/ debo decir que hay amores que
resguardo a pesar de la distancia/ son esos lazos de sangre surrealista
estampada en un cuadro / un tatuaje que marcó mi nacimiento y marcará mi retiro/ya
no la detengo/ Amanezco/ Sigue dando vueltas la manivela en lo alto del
altillo/ el arsenal creativo pende de
grilletes que se van oxidando a medida que se extingue el fanal/ afuera
un centinela me hace guiños para luego
soltarme las alas pero ellas sienten el peso/ la humedad de las lagrimas/ el
calor de lo que no pude dar/ el frio adonde me destinas/ la furia de lo que no
puedo cambiar/ el arrepentimiento del segundero/ Amanezco casi de rodillas
intentando el salto/ una melodía melancólica me trasciende/ apura mi
indecisión/ vuelvo a apoyarme sobre mis inciertos/ sobre mis lastimosos
lamentos que cercaron el calabozo/ vuelvo, siempre vuelvo y ya no quiero/ Me
despliego como un murciélago a plena luz del día/ vuelo
© Patricia Corrales
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