EL
REFLEJO
Bajo
un sol indeciso, junto al cerro,
hoy
me siento integrante del paisaje;
hermano
de las piedras, del herbaje,
del
constante sonido de un cencerro.
A
la distancia, oscuro gime un perro:
¿quién
sabe lo que expresa en su lenguaje?
Humano
me parece, no salvaje,
su
quejido, más triste que el destierro.
Alrededor
de mí, todo es espejo:
el
sol y la congoja de la nube,
preñada
de un dolor sordo y añejo.
Me
toca cuanto cae y cuanto sube,
porque
habrá de caer. Estoy perplejo:
¿he
llegado recién o siempre estuve?
©
Mariano Shifman
yo también quedo perpleja ante tu soneto, tu increíble capacidad y mi increíble incapacidad!!y un final que me encanta! susana zazzetti.
ResponderEliminarHace mucho que no leía un soneto y hoy allo este muy especiál por su paisaje en palabras
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Brillante soneto, muy bien construido, sonoro y afilado, con un final que se pierde en su ausencia. Felicidades.
ResponderEliminarJORGE PABLO MORENO.
Hermoso soneto Mariano!! "¿he llegado recién o siempre estuve?"
ResponderEliminarFelicitaciones!!!
Grande, Mariano!! un lujo tu soneto!!! abrazo, María Chapp
ResponderEliminarEl soneto es al menos para mí, un género difícil y al soneto hay que amarlo para que salga así, exquisito y preciso. Felicitaciones, lo disfruté Mariano.
ResponderEliminarLily Chavez
La belleza del paisaje despunta cielos guardados, sombras, dolor, placer de ser y sentirse tan ínfimo ante la exuberante naturaleza!..si hasta parece un sueño?.. muy bueno leer tu poema...se aprende y es muy satisfactorio muchas gracias!..LidiaCC.
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ResponderEliminarPerfecto y glorioso.
Así es tu maravilloso poema.
Un abrazo,
Alicia Márquez