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22/3/14

Prosa de Gabriela Yocco


advertencia

No te asomes a mi sombra; ni a la sed de mi desierto, ni a mis vasos rotos. Ni a mi nombre ni a mi espejo. Mucho menos a los sueños, esos, lo que transpiran arañas mohosas en la almohada. No te asomes a las tumbas sin nombre y a sus llamados imperiosos. O a la silueta vana que deja mi cuerpo sobre las sábanas.
Ni siquiera respires cerca de mis ojos o de mi boca; tienen la costumbre cruel de no mentir. No rondes mi morada. Ni esperes que pronuncie nombres que he olvidado.
Éste es mi tiempo de silencio. Mi tiempo de albatros con las alas quebradas. Éste es el tiempo del puñal. Y del pecho abierto a las fauces de los prestidigitadores.
Éste es el tiempo del puñal. Y de las horas que pasan como una caravana de elefantes ciegos.


© Gabriela Yocco

8 comentarios:

  1. Fuertes expresiones que retratan dolor, en el momento de la renuncia...
    Muy buena tu prosa amiga.

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  2. Precioso. Me encantó la fuerza en todo el poema, y el final, tremendo.

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  3. Gabriela: Impresionante tu prosa poética,me encantó! La siento como el pesos de miles de elefantes. ¡Felicitaciones! Saludos

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  4. Dolorosa prosa poética, sobre las renuncias, la inexistencia y el olvido. El peso de la soledad, de los sueños vacíos y de miles de elefantes ciegos. Felicidades.


    JORGE PABLO MORENO.

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  5. Hay mucho dolor en la prosa poética todo tiene un matiz de infelicidad que se trasmite al lector de muy buena manera.

    maria elena tolosa

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  6. Muchas gracias por sus palabras, queridos amigos poetas.

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  7. Muchas gracias por sus comentarios queridos amigos poetas.

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  8. Muchas gracias por tan bellos comentarios, amigos poetas.

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