Amanece
la razón esclaviza la
palabra,
el mismo perro
de siempre
me
sigue,
y no sabe donde voy,
cree que siembro pañuelos
y los busca,
ahora ya no diré nada,
en el vivero el hombre
de los domingos no está,
camino voy a llegar
donde el perro imagina
© María Elena Tolosa
ResponderEliminarY yo me dejo seguirte -mismo perro-, creyente, y también imagino, María.
Rolando
*
hermosa personificación la del perro maría elena, bellas imágenes. abracito. susana zazzetti.
ResponderEliminarMe encantó el compañerismo y la ternura tan bien dichos y el poema jugando entre los personajes.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty Badaui
me encantó! disfrute cada verso y su recorrido y no quiero entrar en análisis de ningún tipo, sólo tomarlo así y disfrutarlo... bellísimo! gracias por compartirlo
ResponderEliminarfrancisco
Poema original que abraza la ternura fielmente, besos María Luisa Márquez
ResponderEliminarQuerida María Elena, el perro como una parte tuya, instintiva, que sabe de vos más que la razón que esclaviza...y en buena hora te acompaña y lo acompañas!!!! besos, María Chapp
ResponderEliminarUna compañía, un recorrido, sentimientos,cercanía, fusión.Y la ternura como hilo conductor.
ResponderEliminarEspléndido Elena.
Susana Giraudo
Un poema profundo, hermoso, gracias!
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